Una habitación en Los Ángeles en 1978 con una cama grande y una mesita de noche de madera oscura. La cama está cubierta con sábanas azules, y una lámpara vintage descansa sobre la mesita. Una pintura de paisaje simple cuelga en la pared. La luz cálida crea una atmósfera pacífica y acogedora.
Un coche de muscle aparcado en el pasillo de un supermercado. Una mano que sostiene un helado sale por la ventana. Leyenda: 'Estacionar es una vibra.'
Un fénix mecánico surgiendo de un mar de lava fundida, con alas hechas de plumas de latón entrelazadas, ardiente y majestuoso.
Un jardín cósmico donde los planetas florecen como flores, con sus superficies goteando néctar neón, contra un vacío negro de terciopelo.
Textura de mármol elegante con remolinos de suaves tonos rosa, beige y dorado, con reflejos de luz y venas suaves que recorren, dando una sensación sofisticada y lujosa.