Un paisaje volcánico donde ríos de plata derretida tallan a través de la ceniza negra coronado por un cielo de tormentas violetas en espiral.
Un paisaje desértico surrealista al atardecer, con vibrantes tonos naranjas y rosas, una luna llena gigante que se eleva arriba y dunas de arena dorada que fluyen hacia el horizonte, una atmósfera pacífica y mística.