Un dirigible steampunk surcando un cielo de nubes doradas, intrincadas maquinarias de bronce y cobre brillando a la luz del sol, velas de cuero ondeando al viento, un fondo de débiles picos montañosos, vintage pero aventurero con una rica textura mecánica.
Una tundra congelada bajo una aurora boreal, con lobos cristalinos aullando a una luna hecha de diamantes destrozados.
Una escena celestial mística con una luna brillante en el fondo y escalas de Libra suspendidas al frente, con suaves partículas estrelladas flotando suavemente a su alrededor.
El planeta del pequeño príncipe es un pequeño y solitario mundo rodeado de estrellas. No había otros habitantes, solo una amplia extensión de hierba y unas pocas colinas pequeñas. El cielo siempre está tan claro que las estrellas parecen estar al alcance. En un entorno así, el pequeño príncipe se encuentra con una plántula de rosa en crecimiento. El pequeño príncipe tiene el cabello rubio y un abrigo verde. La rosa creció sola en un rincón de la hierba.
Lima naranja, recubierto de azúcar, en forma de cúpula, gomitas ácidas, vista aérea, primer plano, toma de estudio
Una mujer en Hanfu se encuentra entre los bosques de bambú, su silueta iluminada por una luz dorada. La escena está renderizada con una estética minimalista y un resplandor etéreo, creando una atmósfera onírica. Esta obra de arte captura la esencia de la cultura china antigua a través de su composición elegante y tonos suaves. Encapsula simplicidad y tranquilidad, mostrando la estética tradicional en un contexto moderno. La mujer está vestida con ropa tradicional, y la obra está realizada en el estilo del minimalismo y la tranquilidad.