Una pintura que muestra una vista al crepúsculo de un pantano tranquilo, donde altas cañas se balancean suavemente con la brisa, sus reflejos brillando en el agua tranquila. Las luciérnagas comienzan a brillar, salpicando la escena con pequeños puntos de luz, mientras un par de garzas se levantan con gracia al borde del agua. Dos figuras en una pequeña barca de madera se deslizan en silencio, sus siluetas enmarcadas por la puesta de sol que se desvaneca. En el estilo de J.M.W. Turner, la obra evoca una armonía soñadora y etérea.